Hassan Al'abdalha vio a su hermano, Bogden, encontrar a su pareja, y ahora su Sheik decidió que era su turno. Hassan se había casado y no quería experimentar eso otra vez. Fue una experiencia muy triste. A Hassan entonces se le ocurre un plan. Le pide a su hermano que le encuentre a un compañero que sea un Brueter, con la intención de que sea un contrato sólo de nombre.
Pero el destino tiene una manera divertida de jugar con la vida de las personas. El Brueter por el que va a la capital a reclamar resulta ser su compañero. Rayne es también un hombre en la carrera que corre a sus brazos. Al principio incluso luchan contra la idea de un apareamiento, pero se dan cuenta que quieren las mismas cosas en la vida.
Lamentablemente, hay quienes no quieren que encuentren la felicidad juntos, y aunque los Katzman estén en medio del desierto, rodeados de su familia y los guerreros nada les impediría conseguir lo que querían.