Roland acababa de salir de prisión después de dos años largos y tortuosos. Allí, había conocido a Lee, un oficial, que le había gustado instantáneamente.
Roland
¡Esta era mi oportunidad! La oportunidad de una nueva vida. Finalmente pude dejar atrás mi oscuro pasado y, con la ayuda del shifter león, seguiría mis pasiones y, con un poco de suerte, haría algo por mí mismo.
Pero su pasado no sería fácilmente olvidado. Los viejos hábitos son difíciles y cuando no tienes a dónde ir y nada que comer, las decisiones morales se vuelven infinitamente más difíciles.
Lee
Era un shifter león que amaba perseguir a los malos. Alto, con el cabello dorado y tan guapo como afable, tenía el mundo en la palma de su mano. Pero lo que no tenía era...
Riley
Riley era el famoso capo de la ciudad. Dondequiera que uno se volteara, uno encontraría la mano de Riley en el pastel proverbial. Incluso la policía no era inmune.
Y Riley quería recuperar a Roland. Específicamente, quería que Roland llevara a cabo el atraco del siglo.
O él «cuidaría» de Lee.
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